lunes, 1 de noviembre de 2010

sueño

La última vez que ella decidió escribir estaba terriblemente derrotada. Sin duda los parámetros de su estabilidad suelen ser muy pequeños, las líneamientos suelen ser prácticamente invisibles.
Esta vez fue un proceso mas largo de negación -no la pueden culpar-pero así es ella, así será siempre y esta vez tenía unas razones poderosas -por que ha de saber bien que ya no desea seguir así- mas así era.
Esta cansada, mucho, no puede seguir así de cansada, se consume y se le extrae poco a poco la savía. No hay palabra alguna que la consuele y todo lo derrama, sus ojos son dos cascadas y el maquillaje de sus mejillas está diluido terriblemente. No puede descansar, no sabe como hacerlo, solo quiere dormir, ir a viajes imaginarios, a ciudad fantásticas, de aquellas que existen en la tierra y otras más de su propia imaginación. Quiere volar libre, donde su cuerpo ya no sea mas un impedimento, donde el oxígeno insoportable no vuelva a atravesar sus pulmones.  Donde el agua que tanto adora la envie de pronto al fondo de su cuna y de ahí no vuelva mas.
Pero vuelve a caer en la realidad, vuelve a abrir los ojos y mirar su entorno fosco, lleno de blanco, lleno de indiferencia, lleno de cotidianidad.
No quiere, de verdad ya no quiere. Solo quiere fundirse en la tierra. Ser una con el aire, Ser una con el mar.

Fuego, fuego, fuego, desea fuego.  Consumirse en el dolor corporeo para liberar su infierno personal.
No hay consuelo, no hay elementos, no hay palabras, no hay señal.  Solo silencio, ideas nada mas.
Sangra, sangra, sangra, escarlata risueña que tiñe las sienes, rubis preciosos que esparce el caudal,
fluidos corporales espesos, calientes, que anuncia el deceso, que vaticina  el ansiado  funeral.

No puede seguir así, no puede seguir así, no quiere seguir así. . . Rotundamente no.
Por eso quiere dormir, por eso quiere soñar, no puede mas soportar.

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