lunes, 2 de agosto de 2010

Muero por Morir

No pensé que me fuera a consumir tu recuerdo. No pensé que me fuera a torturar hasta en el último segundo de la noche, cuando por fin los ojos se cierran consumidos por el cansancio enegrecido, que hace que de brincos de sopor a cada momento, a cada instante, teniendo de consecuencia un sueño intranquilo, una amargura oscura, un dolor  mental que se refleja en cada día de mi  haber diario en donde no puedo mas que medio seguir, cabizbaja, con los ojos rojos, con la garganta seca...

Quiero arrancarme los ojos, cercenarme la lengua, meter borra en mis oídos. Sucumbir la cabeza. Dormir. Dormir sin soñar con tu aterrante presencia. Permiteme descansar.

¿Por qué simplemente no me apuñalas en mis sueños? ¿En vez de que tu sombra asfixiante persiga mi cordura?

Pero mi voz cansada no es escuchada, mi voz ha sido declarada insonora.  Mi garganta sangra. No puede mas que seguir escribiendo las manos de esta, la  dicha, para poder explotar en palabras de lo que lleno su mente se consume.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario