lunes, 26 de julio de 2010

Enardecido clamor.

Simplemente estoy embelesada con su Nombre. No me podeís culpar.

Con su faz, con sus manos... pero sobre todo con esos ojos oscuros! Lo que daría por contemplarlos más de dos segundos sin tener que mirar al suelo o al cielo por el terror de reflejarme en ellos!

Su voz, su melodiosa y deliciosa voz... como un canto de silfo, pasando entre mis ímpios oídos. . . Su cabello, largo y oscuro... cascada de mis delicias.Dios que imagen mental tan imperiosa!

Creo que he caído en el encanto, en la tiranía del anhelo. . . Desgraciada Volátil, frágil anhelante....

Las ideas perpetuadas rotas en el suelo, como filosos cristales trasparentes, letales... y mis pies descalzos recorriendo el paraje! Seguro trituraré una vez más contra mis ya corrompidos dedos.... para toparme con el infernal desencanto.

Mas el dolor, eso llamado por algunos esperanza, ese resquicio aún flamante... ese enardecido clamor, ese veneno fútil. . tic tac tic tac, solo me queda la tormentosa espera y callar. Expresarme en mi zozobra en medios oscurantistas, en medio de la nada... en medio de todos en el más obvio lugar, para no ser vista. Para cuando llegue la hora -la hora ya dicha- apacigue mis esperas y me arranque las uñas.

Solo quiero escribirte una bella melodía, quiero que sea solo tuya. Y por supuesto solo la interpretaré en mi soledad lejos de tu aterrante presencia.

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